En Materyn Equipamientos utilizamos tableros melamínicos FAPLAC, que presentan protección antimicrobiana gracias a la propiedad de las nanopartículas de cobre presentes en su superficie, la cual evita la formación y proliferación de bacterias, entregando al mismo tiempo diseño, innovación y calidad. Este atributo no altera el color, diseño ni la textura de nuestras melaminas.
Con este desarrollo, permitimos crear ambientes más sanos y seguros ya que la tecnología empleada es capaz de eliminar el 99,9% los gérmenes, bacterias y microorganismos dentro de las primeras 6 horas de contacto con su superficie, manteniendo su efectividad toda su vida útil y aún después de múltiples procesos de limpieza siendo un material seguro para las personas.
Estas melaminas son las únicas en el mercado que cuentan con tecnología ANTIMICROBIANA siendo el cobre y sus propiedades intrínsecas el agente antimicrobiano. Esto queda fundamentado en la certificación bajo normas ISO 22196 que ha logrado este producto.
El cobre es un material seguro, no tóxico para las personas y con la más alta tasa de efectividad en el mercado de los antimicrobianos. La rapidez y efectividad del material ha hecho del cobre un elemento presente en lugares de alto tráfico como aeropuertos, clínicas y hospitales.
¿Cómo se aplica el cobre en las melaminas FAPLAC?
Los tableros de FAPLAC están recubiertos con un papel impregnado con resina melamínica la cual contiene nanopartículas de cobre que entregan la propiedad antimicrobiana a la superficie. El cobre, al ser aplicado durante el proceso de impregnación del papel decorativo antes de que este sea prensado al tablero, permite que la protección se mantenga en el tiempo a lo largo de toda la vida útil del producto, aún después de múltiples procesos de limpieza.
Pruebas certificadas y realizadas bajo la norma ISO 22196 han demostrado que la protección de cobre antimicrobiano de FAPLAC elimina el 99,9% las bacterias en 6 horas de contacto con la superficie a temperatura ambiente.
La protección antimicrobiana estará presente en toda la vida útil del tablero siempre que no se dañe su superficie como por ejemplo rallándola. La protección no se va con la limpieza.
Para la limpieza se recomienda en general no usar diluyentes fuertes, lija, productos abrasivos que puedan retirar la resina del papel que haga que se pierda la protección de la superficie de los tableros.